Si come sano y mantiene un estilo de vida saludable, probablemente no necesitará suplementos. Lo ideal es consumir una variedad de comidas de los distintos grupos dietéticos, y esto debería incluir alimentos ricos en antioxidantes, así como alimentos funcionales como cereales integrales, legumbres, productos lácteos y frutas y verduras. Aun así, puede haber circunstancias o problemas médicos en los que sea necesario tomar suplementos.
Puede ser aconsejable tomar suplementos dietéticos cuando:
- Ya está embarazada o está recibiendo tratamiento para quedarse embarazada.
- Tiene al menos cincuenta años.
- Para ganar más masa muscular y mejorar la capacidad atlética.
- Cuando no tenga ganas de comer o problemas para digerir alimentos sanos.
- Si necesita complementar los niveles de nutrientes porque sigue una dieta que omite determinados grupos de alimentos.
- Si padece una enfermedad que interfiere en la absorción de determinados nutrientes. Por ejemplo, intolerancias alimentarias, alergias, enfermedades hepáticas, problemas de vesícula biliar, intestinos o páncreas.
- Debido a una intervención quirúrgica en el aparato digestivo, que altera el modo en que el organismo descompone los alimentos.
- Para prevenir la pérdida de masa ósea y mantener unos huesos fuertes.
- Para disminuir la posibilidad de anomalías congénitas específicas.
- Si desea fortalecer su corazón y disminuir la posibilidad de contraer dolencias relacionadas con él.
- Cuando es necesario posponer la degeneración macular causada por el envejecimiento.
Una estrategia para mantener el organismo con los nutrientes necesarios de forma regular es tomar suplementos dietéticos. Estos suplementos dietéticos tienen el potencial de aliviar los problemas de salud relacionados con la desnutrición. Además, pueden ayudar con ciertas dolencias, como aumentar la energía, la masa muscular y el rendimiento deportivo, entre otras cosas, y el funcionamiento normal del organismo.